jueves, 1 de enero de 2009

Soltar todo y largarse

Esto es una real y absoluta mierda, pero es entretenido y raro para el que lo escribe, asi que váyanse a cagar.

Correo sellado, escapo del abismo lánguido de los señores de zapatos. Tienen mascotas fétidas del tamaño de sus corbatas. La música me da sueño, las ojotas líricas largas como una serpiente, y yo acá sentado. Ves que no se puede? Dice el doctor. Pero me inspira la carrera de Guevara. La sarcófaga lámina borra la historia escrita por miles, para reescribirla de una patada, deseosa de armar la cama e irse a cocinar la parca. Escribir sin puntos ni comas, sin rencores descartasueños. Taralinda refuensúmeña, casaderta feselpúngano. Colgando de lianas atadas a las manos de la larga noche pálida saltan y juegan los que hablan bajito, los que cantan a la máquina. Dios es eterna soledad algodonada, tiesa como un árbol en la vía láctea y sincera de los espurga-gárgaras. Sin manchas, sin ta-te-ti ni calcomanías de la gelatina de Royal. Larguen sus medallas, rompan el silencio. Hermano. Barrilete. Sal. Bicicleta y rocío, lluvia empezando abril. Espantapájaros.

Epitafios

He aquí algunos ejemplos de epitafios que la ponen...

“Luz, más luz.”
Goethe

“Espero que Cristo cumpla su palabra.”
Miguel Delibes.

“Al morir échenme a los lobos. Ya estoy acostumbrado.”
Diógenes

“Sólo le pido a Dios que tenga piedad con el alma de este ateo.”
Miguel de Unamuno

En su tumba se dice que había como único epitafio un cilindro circunscrito a una esfera (Arquímedes había demostrado que el volumen de una esfera era igual a las dos terceras partes del volumen del cilindro circunscrito)
Arquímedes(287 a.C., 212 a.C.)

-En una tumba del cementerio de Salamanca: "Con amor de todos tus hijos, menos Ricardo que no dio nada".

-Lo escribió un marido en la tumba de su suegra: "Aquí yaces y yaces bien, tú descansas y yo también".

-En una tumba del cementerio de Guadalajara: "A mi marido, fallecido después de un año de matrimonio. Su esposa, con profundo agradecimiento".

-"Necesité toda una vida para llegar hasta aquí".

-En la tumba de Johann Sebastian Bach: "Desde aquí no se me ocurre ninguna fuga".

-Lo escribió alguien en la lápida unos días antes de morir: "Les dije que estaba enfermo"

-Un marido en la tumba de su suegra: "Tanta paz encuentres, como tranquilidad me dejas"

-En el cementerio de la Almudena de Madrid: "Aquí estoy con lo puesto, y no pago los impuestos".

-En Viareggio, en la tumba del célebre transformista Leopoldo Fregoli, fallecido en 1936: "Aquí Leopoldo Fregoli llevó a cabo su última transformación."

-En el cementerio de Minnesotta: "Fallecido por la voluntad de Dios y la ayuda de un médico inepto"

"Feo, fuerte y formal"
Epitafio de: John Wayne

"Ya decía yo que ese médico no valía mucho."
Epitafio de: Miguel Mihura, escritor de comedias.
Autor: Él mismo.

"Por aguantarme un peo aquí me veo"
Epitafio de una tumba del Cementerio de San José en Granada

"Fui lo que eres, serás lo que soy."

"Si queréis los mayores elogios, moríos."
Epitafio de: Enrique Jardiel Poncela
Autor: Él mismo.

"Buen amigo, por Jesús, abstente de cavar el polvo aquí encerrado. Bendito el hombre que respete estas piedras, y maldito el que remueva mis huesos."
Epitafio de: William Shakespeare
Autor: Él mismo.
Notas: Era común, en la época de la muerte de Shakespeare, el retirar cuerpos de sus tumbas y quemarlos para poder reutilizar el espacio de la tumba. Vale la pena contar que hubo una mujer, Delia Bacon, que no creía que Shakespeare hubiera existido, estaba convencida (como muchos otros después) de que tanta genialidad no podía venir de una sola persona, y que Shakespeare era el pseudónimo de un grupo de escritores que se juntaban a escribir grandes obras. Para comprobarlo y después publicarlo en su libro Delia Bacon tenía planeado saquear la tumba del autor y demostrar que no había restos en ella... pero cada vez que se encontraba con su epitafio, se cagaba encima... y nunca lo hizo.

"Abrid esta tumba: al fondo se ve el mar"
Epitafio de: Vicente Huidobro, poeta vanguardista chileno
Autor: Él mismo
Notas: Su tumba se encuentra en el balneario de Cartagena en Chile.

Esta tumba contiene a Diofanto. ¡Oh gran maravilla ! Y la tumba dice con arte la medida de su vida. Dios hizo que fuera niño una sexta parte de su vida. Añadiendo un doceavo, las mejillas tuvieron la primera barba. Le encendió el fuego nupcial después del séptimo, y en el quinto año después de la boda le concedió un hijo. Pero ¡ay !, niño tardío y desgraciado, en la mitad de la medida de la vida de su padre, lo arrebato la helada tumba. Después de consolar su pena en cuatro años con esta ciencia del cálculo, llegó al término de su vida"
Diofanto(vivió alrededor del año 275)

“No es que yo fuera superior. Es que los demás eran inferiores.”
Orson Welles

“Disculpe que no me levante.”
Groucho Marx

Isaac Newton(1642, 1727)
Se puede leer en su tumba de la abadía de Westminster la fórmula del desarrollo del binomio, que no tengo idea de como es, asi que no la puse, y odio las matemáticas.

La inscripción en su tumba dice así:

Aqui descansa
Sir ISAAC NEWTON, Caballero
que con fuerza mental casi divina
demostró el primero,
con su resplandeciente matemática,
los movimientos y figuras de los planetas,
los senderos de los cometas y el flujo y reflujo del Océano.
Investigó cuidadosamente
las diferentes refrangibilidades de los rayos de luz
y las propiedades de los colores originados por aquellos.
Intérprete, laborioso, sagaz y fiel
de la Naturaleza, Antigüedad, y de la Santa Escritura
defendió en su Filosofía la Majestad del Todopoderoso
y manifestó en su conducta la sencillez del Evangelio.
Dad las gracias, mortales,
al que ha existido así, y tan grandemente como adorno de la raza humana. Nació el 25 de diciembre de 1642; falleció el 20 de marzo de 1727.

Ludwig Boltzmann (1844-1906)
En su lápida aparece su famosa ecuación S = k lnW que relaciona la entropía de un sistema (S), con el número de posibles disposiciones de sus partículas constituyentes (W). k es la constante que lleva su nombre : 1,38 10-23 J/K. (En su época, el logaritmo neperiano se representaba por log)

Herbert George Wells (1866-1946)
Dijo en una ocasión : "Cuando llegue la hora, mi epitafio tendrá que ser : Ya os lo dije, malditos locos"

“Estuve borracho muchos años, después me morí.”
Francis Scott Fitzgerald

“Eso es todo, amigos.”
Mel Blanc, doblador original de Buggs Bunny.

Que los amigos aplaudan. La comedia se ha acabado.
Ludwig van Beethoven

Y a ustedes... ¿Qué les gustaría que dijera su epitafio?

martes, 30 de diciembre de 2008

El insomnio - Alejandro Dolina


Copiado textualmente de su programa radial "La Venganza Será Terrible" en "Consejos para combatir el insomnio"

Mire doctor, yo tenía el problema del insomnio. No me podía dormir, no me podía dormir y no me podía dormir!. Y el insomnio empezó a producirme problemas en la cabeza. Crisis de identidad. Yo no sabía quién era, por no dormir.

Las noches pasaban, amanecía y yo desesperado no sabía quién era. Le preguntaba a la gente: “¿Quién soy? ¿quién soy?” Pero la gente me miraba raro.
Y así deambulé sin saber quién era hasta que superé el problema. ¿Sabe cómo? Dejó de importarme quién era yo.

Porque después me dije: ¿Qué sentido tiene decir “yo, soy yo, que arrastro una historia”. Después de todo somos únicamente el presente; este ápice vertiginosos que es el presente, este ápice vertiginosos del tiempo. ¿Qué sentido tiene ir arrastrando el pasado como prueba de quién somos?
me dije. Entonces comenzó a no me importarme nada.

-¿Cómo se llama? -me preguntaban.
-Nada.
-¿Quién sos?
-Éste -respondía.
-¿Quién sos?
-Yo!! -contestaba.
-¿Quién fuiste ayer?
-No sé.

Y fui tan feliz!!. Me quisieron como nunca. ¿Y sabe por qué? Porque no hacía proyectos, no contaba anécdotas; solamente me deslizaba por el presente como un equilibrista, huyendo del pasado a pasitos cortos, pero sin correr mucho para no atropellarme el futuro. Con esa prudencia que tiene el que vive el presente, para no llevarse colgado el pasado y para no atropellar lo que viene. Y fui feliz.

Pero un día me quedé dormido. Sí, dormí bien. Estaba tan tranquilo y tan feliz que, desaparecidas las preocupaciones, sin saber quién era, dormí bien. Y con el buen dormir vino el recuerdo. Y con el recuerdo ya fui alguien; y ahí se arruinó todo. Esta felicidad irresponsable de no ser nadie; este arrastrarse por el alambre del presente terminó por uno o dos buenos “apolillos”.
Y entonces me acordé. Y entonces supe que algunas cosas las había perdido. Supe que algunas cosas no me ocurrirían nunca más. No solo me acordé sino que empecé a hacer proyectos. Y a preocuparme. Y a temerle al futuro porque adivinaba que allí había amenazas. Y ya no fui feliz.
-¿Y esto le trajo alguna consecuencia? - consultó mi psicoanalista.
-Si, el insomnio doctor.

Gracias Negro por contagiarnos tu insomnio.

Un cuento que me gustó...

Ahí va esto, con permiso de su autora. Mendocinos, a ver si le damos un poco más de bola a nuestra literatura. Y a ver que les parece...

El Ventanal

Las paredes eran altas, carecían de ventanas y estaban cerradas. Se escuchaba muy fuerte un silencio perturbador. Las manos ya estaban olvidadas, los brazos no del todo. Era extraño. Quizás rendidos, habían olvidado luchar por la libertad. Una libertad de la que gozaban los ojos. Entonces, por primera vez a lo mejor, se sintió libre en la pequeña habitación.

Hacía un camión de tiempo que la buscaba a ella, mirando a través de la mirilla de la pesada puerta de hierro (todo invertido y lejano... chiquito). Por entre su ropa de 40% de algodón la buscó con la mirada, pero nada. ¿Cuánto tiempo había pasado, cuánto? No podía ser más de unas pocas horas, ya que nadie había abierto la puerta y él ni siquiera sentía hambre. Pero hacía años, sin embargo, eso era lo loco, que hacía años que carecía de la imagen de ella y en todos esos años jamás había descubierto el enorme ventanal de su habitación vacía. En puntas de pie vio un bosque de eucaliptos añejos, aspiró el perfume de los trompitos secos que veía claramente amontonarse sobre el césped. Por detrás, varios edificios, núbeos edificios blancos separados por jardines con flores. A cada construcción correspondía una puerta de vidrio con cortinas semicerradas. ¿Qué pasaría dentro de ellas? Algunas personas dormían sobre el pasto, soñaban con Belgrano y sus patillas prominentes. Otras paseaban por los jardines maldiciendo a sus zapatos, entrecruzando alguna mirada. Todas en realidad se volvían sombras perdidas en medio de un oscurecer diario y lascerante.

¿Dónde estaría ella? Lo había acompañado un diescisiete de otoño hasta la puerta de ese lugar pequeño, de paredes blandas donde por tanto tiempo el no había podido descubrir el ventanal que se tendía a su espalda. Hasta ese día, hasta ese precioso minuto 43.

Quería verla. Tenía que dejarse ver por la ventana. Para algo existen las ventanas. Al novilunio le siguió una intensa lluvia, a ésta un gato barcino corriendo a un ave fénix, luego una tarde fría. Él siempre mirando apenas, en puntas de pie hacia la nada, esperándola los 27 meses de cada año, los 365 días de cada hora.

La luz cegadora apareció arrastrada por un sonido de llaves que giran, quedó en sus pupilas por escasos cinco días que parecieron segundos y al extinguirse dejó recortada la figura de ella. Así, sin brazos, escapó por la puerta y corrió a abrazarla. Los edificios sucumbieron mudos a su lado, los jardines exhalaron su último aire de vida, las cortinas nerviosamente crepitaron, todo se ahogó bajo las llamas que no quemaban. Pausadamente ella desató la camisa, él recuperó sus manos y se las entregó. De la única manera que se deja un sueño atrás, abrió los ojos, se sintió libre por segunda vez creo y juntos se alejaron. Tratando de no voltear lo hizo, detrás del enorme ventanal pudo verse sonreír. Dentro de una habitación un hombre de espaldas, en puntas de pie sonríe. Mirando alejarse a la pareja, cierra la ventana y desaparece entre cuatro paredes negras, descascaradas, ciegas...

Rosa Jurado.

Es la historia de un hombre...

Es la historia de un hombre que lo sabe todo, lo vio todo (incluso su propia nuca). Un hombre que caminó todos los caminos, un hombre que vio nacer y crecer al espacio-tiempo, con sus ojos arrugados por los años. Es la historia de un hombre que amó a todas las mujeres y a todos los hombres, cientos de veces a cada uno. Es la historia de un hombre que muta todo el tiempo, que lo fue todo. Es la historia de un hombre que muere y renace constantemente, para volver a ver todo lo que vio, volver a caminar lo que caminó, para volver a amar todo lo que amó, para volver a ser todo lo que fue...

Es una historia demasiado larga, asi que no se las voy a contar.